1 de Mayo
SAN JOSÉ OBRERO
La Iglesia cristianizó en otro tiempo las fiestas paganas, usando con soberana libertad de las fechas y de las ceremonias para dotarlas de un contenido cristiano enteramente nuevo.
Inspirándose en esa tradición, coloca ahora la fiesta civil del trabajo el primero de mayo, bajo el poderoso patrocinio de san José, el humilde artesano escogido por Dios para velar sobre la infancia del Verbo encarnado.
¿Quién mejor que él, en su trabajo de cada día, dio gracias a Dios Padre por el Señor Jesús (Epístola), aprendiz suyo dócil y obediente, a quien llamaban el hijo del carpintero (Evangelio)?
Cubra san José con su vigilante protección a este mundo del trabajo, de cuya dura suerte participó; guíe y sostenga sus esfuerzos, para que reine en el mundo la justicia y la caridad bajo la ley del amor de Cristo Jesús. (Misal)
ORACIÓN DE SAN PIO X AL GLORIOSO PATRIARCA SAN JOSÉ, PATRONO Y MODELO DE LOS TRABAJADORES
Glorioso San José, modelo de todos aquellos
que se dedican al trabajo, obtenedme la gracia de trabajar con espíritu de
penitencia para la expiación de mis numerosos pecados; de trabajar en
conciencia, poniendo el culto del deber por encima de mis inclinaciones; de
trabajar con reconocimiento y alegría, considerando un honor el emplear y
desarrollar por el trabajo los dones recibidos de Dios; de trabajar con orden,
paz, moderación y paciencia, sin retroceder jamás ante la pereza y las
dificultades; de trabajar sobre todo con pureza de intención y desprendimiento
de mí mismo, teniendo sin cesar ante mis ojos la muerte y la cuenta que deberé
rendir del tiempo perdido, de los talentos inutilizados, del bien omitido y de
las vanas complacencias en el éxito, tan funestas para la obra de Dios. Todo
por Jesús, todo por María, todo a imitación vuestra ¡oh Patriarca San José! Tal
será mi divisa en la vida y en la muerte. Así sea.
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