Parada sobre Aceite
Breviter (Brevemente)
Supuesto un rechazo de componenda con Roma a causa de “condiciones inaceptables” ¿Dónde queda parada la Fraternidad Sacerdotal San Pío X?
Queda parada en donde estaba. Con un corazón partido que siempre lo tuvo.
En el primer Capítulo General (año 1982) Mons. Lefebvre tuvo que silenciar a “uno de los antiguos”, por defender insistentemente a los más liberales; y éste es hoy uno de los “baluartes”. Éste “silenciado” de aquel momento no es alguien de mala doctrina, es bien educado y condescendiente, pero no es hombre de gobierno; junto a Mons. Lefebvre funcionaba bien, lejos le ganaba su corazón hacia quienes fueron quizás sus primeros amigos muy al comienzo de la Fraternidad.
Siempre entre los hombres hay una “gama” de firmezas aceptable y unos límites infranqueables, son estos últimos los que, franqueados, causan estragos en cualquier congregación.
Pongamos un ejemplo: Si no se atreven a decir o a concluir que la nueva misa es inválida, algún motivo deben tener para rechazarla y no celebrarla.
Todo principio teológico dogmático que concierne a un acto humano connota necesariamente un principio teológico moral. Si, por ejemplo, los “peligros para la Fe” son tales por la posible corrupción de la Fe, entonces han de ser evitados y a mayor peligro, mayor obligación de evitarlos.
Ahora bien, y dentro del ejemplo:
¿Es buena o es mala la nueva misa?
¿No se atreve a contestar?
Entonces, ¿Es dudosa, peligrosa, alejada de la teología católica de la Misa, causó daño a la Iglesia?
Si sí, entonces no la celebro (Mons. Lefebvre).
Si nó, entonces la puedo celebrar (Dom Gerard, Mons. Rifan).
Y si yo la celebrara, ¿Quedaría tranquila mi consciencia?
Si sí, entonces, es buena o indiferente la misa nueva.
Si nó, entonces, es mala o peligrosa.
-¡No es mala! Me dirá, entonces es peligrosa.
¿Puede ser peligrosa una misa? ¿Tiene derecho a serla? ¿Admite la Moral Católica decir una “misa” peligrosa? ¿No es similar a bautizar con una materia dudosa y a sabiendas (scienter)? ¿No es esto un pecado, aunque más no fuera de imprudencia, con el agravante de concernir a una acción que debería ser sagrada?
La Fraternidad Sacerdotal San Pío X tiene divididas las aguas y ya desde hace muchos años porque todos no piensan igual y, así, no pueden querer lo mismo.
Mons. Lefebvre decía que el nuevo Código de Derecho Canónico no valía nada y la Casa Generalicia lo usa para que Mons. Williamson no pueda ir al próximo Capítulo General.
Me dirá: -¿A Usted qué le importa? Sí me importa cronológicamente (como quien constata un efecto) porque fui de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X antes que otros y algo de lo que hice en su momento les sirve ahora y porque formé al menos cuatro generaciones completas de Sacerdotes siendo Director del Seminario de Argentina de la Fraternidad. Pero, como dice Santo Tomás de Aquino, todos recibieron la misma formación “sortem tamen inaequalem” (sin embargo distinto el resultado). Vemos hoy reacciones opuestas entre ex alumnos que recibieron el mismo alimento. ¿Por qué? Por la acción disolvente de algunos profesores o directores de consciencia que siempre echaron agua al vino y lo mismo sucedió en los otros Seminarios.
Sí me importa como quien hace un análisis objetivo de algo que ya no le afecta pero que puede dañar a hombres íntegros y valiosos que conocí y aprecio por lo que merecen.
La única manera de conseguir una acción de conjunto es que ésta sea dirigida por un pensamiento uniforme. Si en un ejército todos piensan distinto y se gobiernan a si mismos de esa manera, entonces, cada quien hará lo que quiera y la guerra estará necesariamente perdida.
¿Qué consiguió Ratzinger?
Todavía no se tragó al pez pero acentuó la división del cardumen. Será ver ahora quiénes controlan las aguas y cuánto contribuye Roma a aumentar la división. Roma no quiere abrazar a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, quiere sofocarla como hizo hasta ahora con todos los que pactaron con ella. Si Roma cambió, como dicen varios, ¿Por qué no cambió respecto a otros dejando que la Tradición corriera libremente entre los “arreglados”?
Note Usted que no digo que Ratzinger causó la división, la división ya estaba y él supo poner el dedo en la llaga.
Unum sentire (un mismo sentir).
Unum velle (un mismo querer).
Unum agere (un mismo obrar).
Mientras quede libre el pensar si es buena o nó la misa nueva, si valen las nuevas ordenaciones, si se puede usar el nuevo Código de Derecho Canónico (yo agregaría, si puede mandar quien manda todo eso) la Fraternidad Sacerdotal San Pío X seguirá parada sobre aceite y es fácil empujarla y hacerla caer.
La duda positiva práctica (al menos probable) en materia grave es más que suficiente para juzgar mala una cosa o una acción y, consiguientemente para rechazarla por completo. Fue lo que nos enseñaron y enseñé durante años en Teología Moral (“Aquél que no tiene un juicio práctico cierto de la licitud de una acción no puede obrar, y si necesariamente debe obrar, está obligado a lo más seguro… A lo que más remueve el peligro de obrar mal, por eso el axioma -en las dudas prácticas debe elegirse el camino más seguro-” Benedicto Merkelbach, O.P., Summa Theologiae Moralis T.1, n. 215, Desclee, París 1938, P. 200) (Manuale Theologiae Moralis, J. Prümmer, T. 1, n. 329 y ss.).
No es lícito reducir a una discusión de Teología Dogmática lo que necesariamente conlleva una acción externa responsable; aquí Teología Dogmática y Teología Moral deben responder juntas de lo bueno o de lo malo, de lo erróneo o de lo verdadero.
Mientras tenga lugar un pensar o un querer liberal habrá una raíz de fragilidad o unos piés de barro en el coloso de hierro, que por lo mismo no será tal.
- ¡Usted es rigorista!
Basta con que Usted lo pruebe, digo, con argumentos, nó con dichos de otros. En ese caso, deberá Usted permitir que yo pruebe su liberalismo tanto teórico como práctico y, por lo mismo, una incapacidad radical (sufrida por muchos) de ganar esta guerra.
Ave María Purísima.
4 de julio del 2012.
+ Andrés Morello
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